San Román de Antioquía, da nombre a nuestro querido pueblo y en su honor se realiza una gran fiesta el 18 de noviembre. San Román difundió el evangelio en la zona de Siria durante el S.IV, aunque él provenía de Antioquía (Turquía). Lo hizo durante el mandato de Diocleciano quien ejerció una cruel persecución hacia los cristianos del imperio, se dice que fue torturado de diferentes formas como el potro o azotes con látigos de acero. Viendo que la tortura no impedía que dejase de cantar alabanzas a Dios, decidió cortarle la lengua, y aun así siguió cantando.
Coincidiendo con la fiesta de San Román Mártir, tiene lugar desde tiempo inmemorial, la celebración de la matanza. Es sabido que la crianza del cerdo en Castilla responde a una necesidad alimentaria que sobrepasa la tradición.
La llegada del frío marca el inicio del acopio de alimento para el invierno y con él la matanza del cerdo. Como en el pasado no todas las familias podían críar un cerdo por el gasto que ello suponía, era habitual que se cebaran cerdos entre varias familias o pueblos enteros, haciendo de la necesidad una tradición convertida en fiesta para juntarse y festejar miestras se elaboran los diferentes productos tradicionales del cerdo como embutidos, curados, salazones, etc. todas ellas técnicas que permitían mantener la carne en buen estado para los largos inviernos.
Como del cerdo se comen hasta los andares, como dice el refrán, primero hay que seleccionar las partes que por sus características no admiten una buena conservación de larga duración y es preferible que sean aprovechadas cuanto antes, por ello en esta fiesta se elabora y degusta en comunidad la tradicional chanfaina de San Román Román. Un guiso hecho a basa de la sangre y las asadurillas del cerdo (hígado).